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El cananense Alex Morales rompe fronteras en el handball y anima a otros a perseguir sus metas
Escrito por: Martha Chávez
Cananea, Sonora, a 24 de noviembre de 2025.- Desde niño, Alejandro Morales Peralta soñaba con jugar a nivel internacional y hoy puede decir que lo logró al representar a Estados Unidos en el Mundial Masculino U17 de handball en Marruecos.
Alejandro, estudiante del CBTIS 106, formó parte del equipo estadounidense en el torneo celebrado del 24 de octubre al 1 de noviembre.
Fue un logro inesperado que lo convirtió en el único jugador mexicano y cananense convocado para esta competencia mundialista.
“Cumplí la meta que tenía desde niño. Jugar a nivel internacional era un sueño y ahora puedo decir que sí se puede si uno se disciplina y se fija metas”, compartió emocionado.
La experiencia que cambió su vida y que lo llevó a poner en alto el nombre de Cananea a miles de kilómetros de casa empieza con una historia antes de subir a un avión.
Alejandro practica deporte desde los tres años, pero fue a los 11 cuando descubrió su pasión por el handball.
Aunque al inicio enfrentó problemas de disciplina, encontró guía en su entrenador Ricardo “Phi” Morales, quien lo motivó a comprometerse con el deporte y a creer en su potencial. Ese cambio de actitud lo llevó a representar a Cananea en diversos torneos, hasta que un día su talento llamó la atención correcta.
Durante una competencia en San Francisco, el entrenador del equipo de Estados Unidos, Martin Bilello, lo observó y decidió invitarlo a unirse a la selección. Con el apoyo de la hija de su entrenador, quien le ayudó a reunir la documentación necesaria, Alejandro inició una aventura que lo llevaría de Cananea a San Francisco, luego a París y finalmente a Marruecos.
Ahí conoció a sus compañeros, la mayoría provenientes de Alemania, Suecia, España y Francia. Tuvieron solo dos días de entrenamiento para coordinarse y aun así lograron hacer un buen papel como equipo.
Alejandro recuerda con emoción cada parte del viaje. Los vuelos largos, la llegada a un aeropuerto pequeño y sencillo, las calles marroquíes, la mezcla cultural y la adrenalina de competir contra selecciones de todo el mundo. Pero, sobre todo, la satisfacción de saberse capaz de cumplir un sueño que parecía lejano.
Alejandro envió un mensaje a la juventud cananense, invitándolos a perseguir sus sueños con disciplina, humildad y constancia.
Dijo que nada de lo que vivió habría sido posible sin el apoyo de su madre, su familia y su entrenador, a quienes agradeció por creer en él y brindarle oportunidades para crecer dentro del deporte.
Su historia refleja el valor del esfuerzo, la preparación y la visión a largo plazo en la formación de atletas jóvenes.





