

El costo oculto del alcoholismo: una vida de dolor que no debemos normalizar
Escrito por: Martha Chávez
Cananea, Sonora; 09 de septiembre de 2025.– El alcoholismo no solo destruye a quien lo padece, también desgasta la vida de las familias, dejando a su paso violencia, abandono y carencias que, con el tiempo, se vuelven parte de la rutina en los hogares. Así lo advirtieron grupos de apoyo como Al-Anon y Alateen, en el marco de la celebración de su 47 aniversario en Cananea.
El pasado sábado 6 de septiembre se llevó a cabo un evento con participantes y expositores en un ambiente de confianza y solidaridad, resaltando la importancia de ofrecer acompañamiento a quienes viven de cerca esta difícil situación.
Uno de los mayores riesgos sociales, señalaron, es la normalización del sufrimiento, acostumbrarse a convivir con gritos, deudas y heridas emocionales que dejan huella en hijos y parejas.
Al integrarse al programa de apoyo, las personas con familiares alcohólicos aprenden a valorarse y a poner límites, dijo una de las integrantes.
“Vivía inconforme, angustiada, con una vida espiritual vacía, mis sentimientos eran confusos y no tenía ganas de vivir, aún con cinco hijos prestados por ese poder superior. Para mí era normal vivir mal. Cuando empecé a entender los principios y los doce pasos, mi vida dio un giro: empecé a amarme y a aceptarme. Aprendí a dar”, compartió su mensaje de manera anónima.
Otra mujer relató cómo el alcoholismo de su pareja destruyó la tranquilidad de su hogar.
“Antes de entrar al programa, yo sufría principalmente por el temor. Llegué a tenerle miedo a mi compañero; su alcoholismo crecía y mi miedo también. Mi único propósito era agradar a los demás, pero el programa me enseñó que primero debo estar yo y aprender a poner límites al alcohólico”, puntualizó.
Actualmente, en Cananea existen cinco grupos de Al-Anon y uno de Alateen, este último dirigido a jóvenes de 12 a 20 años.
Las integrantes explicaron que el único requisito para pertenecer a los grupos es tener un ser querido con problemas de alcoholismo y el deseo de compartir experiencias para ayudar a otros.
El programa de 12 pasos y la Oración de la Serenidad fueron señalados como pilares en la transformación personal, al promover el equilibrio emocional y una vida más sana.
La conmemoración del 47 aniversario se realizó en la Casa de la Cultura, con el objetivo de dar a conocer la labor de estos grupos en la comunidad y recordar que cada persona que se acerca en busca de ayuda representa ya una victoria.