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Nogales

Escrito por: Martha Chávez

Cananea, Sonora, a 20 de julio de 2025.- La Diócesis de Nogales se prepara para recibir a su nuevo presbítero, Monseñor José Luis Cerra Luna, quien ha sido designado por el Papa León XIV como el segundo Obispo de esta Iglesia local. A sus 62 años de edad, y con más de 35 años de servicio en la Diócesis de Matamoros, el obispo electo comenzará oficialmente su misión pastoral el próximo 11 de septiembre.

En un primer encuentro fraterno celebrado en la Parroquia de Santa Elena en Hermosillo, Monseñor Cerra Luna se reunió con representantes del presbiterio de Nogales, destacando el ambiente de cordialidad y apertura con el que fue recibido: “Más que asuntos que resolver y decisiones que tomar, dimos un paso importante en la historia de esta familia presbiteral”, expresó con gratitud.

Conscientes de que la Diócesis abarca una extensa región del norte de Sonora, desde Cananea, Agua Prieta, Naco, Nacozari, hasta Caborca, Altar y Pitiquito, el nuevo presbítero adelantó su deseo de iniciar un recorrido por las más de 30 parroquias que la conforman, con la intención de establecer un contacto cercano con las comunidades: “Lo primero que quiero es que me acepten como miembro de la comunidad de Sonora, que me reciban, que me integren, y ya lo estoy experimentando”, mencionó.

Su nombramiento llega luego de un periodo de oración de sacerdotes, Monseñor Cerra Luna atribuyó un significado especial al hecho de que la noticia de su designación se diera poco después de la visita de las reliquias de San Rafael Guízar y Valencia, a quien también se encomendaba esta intención.

Desde ahora, comunidades como Cananea ya se alistan para su llegada. Los niños de la Escuelita Vocacional de Servidores del Altar han preparado un mensaje especial para él, expresando con ilusión que Cananea lo espera.

En sus palabras, el Obispo electo dejó en claro que su misión será caminar junto a los fieles, fortaleciendo la unidad y promoviendo el bien común a través de la fe: “El 11 de septiembre empezaremos juntos una nueva etapa en la vida de cada uno de nosotros y de todos como comunidad eclesial. Con el favor de Dios, seguiremos caminando juntos”.