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Las cabañuelas, una tradición ancestral para predecir el clima
Escrito por: Martha Chávez
Cananea, Sonora, a 23 de febrero de 2025.- En la medianoche del 31 de diciembre, cuando el cielo lo permite, algunos observadores aseguran notar un cambio en el aire, como si el Año Nuevo ingresara con una leve luz que ilumina la oscuridad. Para los campesinos de antes, este momento marcaba el inicio de un método de predicción climática conocido como las cabañuelas, una práctica ancestral que se ha transmitido por generaciones y que en Argentina se llama pintas y en España, témporas.
Isauro Jerez Rochin, reconocido locutor de Cananea, explicó que este método se basa en la observación de los primeros 24 días de enero asociando cada uno con un mes del año: “El día 1 nos dice cómo será enero, el día 2 cómo será febrero, y así hasta llegar al 12. Luego, del 13 al 24, se retrocede en los meses. Finalmente, del 25 al 31, se agrupan de dos en dos y hasta por horas en el último día”, detalló.
Según el libro Aires y Lluvias, Antropología del Clima en México, de Ana María Alamel, esta práctica ayudaba a los agricultores a decidir la mejor época para sembrar, alineándose con la creencia de que el Dios del viento, despejaba el camino para Tláloc el Dios de la lluvia.
A pesar de los avances tecnológicos en meteorología, las cabañuelas siguen siendo una referencia para muchos agricultores, quienes encuentran en esta tradición un vínculo con sus ancestros y la naturaleza: “Puede que no sea exacto como el pronóstico del celular, pero la tierra nos sigue hablando si sabemos escucharla”, comentó Isauro Jerez reafirmando la importancia de esta práctica en la vida del campo.