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“Yito” Ballesteros gloria del béisbol de Cananea

Escrito por:Miguel Islas

 

Las arrugas en su rostro curtidas por el sol son el reflejo de la vida y la experiencia de 84 años, de mirada fija, natural sin lentes y con paso que trota y hasta corre, delgado como siempre ha sido, cuerudo, correoso, de manos que tienen memoria, al sujetar un bate de béisbol lo hace de manera natural, una voz que evoca la edad y no por el timbre si no por la sabiduría, Don Rafael “Yito” Ballesteros, gloria del béisbol local.

 

Hijo de Pablo Ballesteros y Rita Esquer, el menor de 8 hermanos “hubiéramos sido 10” pero murieron dos, Jesús y María Luisa.

 

70 años son muchos hasta para vivirlos, pero para algunas personas como es el caso de el “Yito”, es el comienzo, el béisbol se ha convertido en su pasión.

 

Sentado en una banca del terreno de juego  el “Yito” cuenta la historia de su vida “cuando murió mi mamá tenía 7 años, Juan mi hermano me llevó a vivir con él, me dijo vente para acá pa´que no andes ahí nomás. De chamaco empecé a jugar en el (Zacatillo) como le llamábamos a un campo del Cementerio Viejo, mi trayectoria dentro del Rey de los Deportes empezó cuando tenía 14 años de edad y fue con el equipo (Las Águilas) de Mesa Sur, había otros cuatro equipos (Azules, Pumas, Estación Buena Vista y Diablos) jugaba el short stop ahí, después pasé al equipo de la Cooperativa Sección  65, Diablos, y luego la Estación de los hermanos Tapia”.

 

Las sombras avanzan al sol de medio día el “Yito” suspira al recordar como cascada en caída libre, tantas vivencias en el deporte, como personajes.

 

-En 1946 - 47 entré al equipo de primera fuerza de Cananea, Sección 65, que  lo manejaba Alfonso “Chivo” de la Fuente, este equipo competía en la liga semi-profesional Norte de Sonora, eran los equipos de Nogales, Benjamin Hill, Magdalena, Caborca y Cananea.

 

En 1953 logramos ganar el estatal y el nacional que fue en Hermosillo, Íbamos a ir al Panamericano que sería en Venezuela, y al buen “troneras” González y a tu “servilleta” nos devolvieron de ahí de la capital, nos dijeron que en México iban a contratar a “El canguro” Amaro y a otros jugadores, y así pasó… ni modo.

 

-Ya en el año de 1954 jugamos con el equipo de casa, los Mineros de Cananea, que entró a la liga Arizona- México, lo manejaba “Memo” Garibay con los servicios de buenos jugadores como Claudio Solano, Américo Pérez, Leo Rodríguez, Alfredo “Yaqui” Ríos, Roberto “El chamaco” Vea, entre otros; yo era el utility del manejador, y de ahí seguí participando en las ligas municipales y en campeonatos estatales de veteranos donde en una ocasión logré el campeonato de bateo, y la pelea fue entre el papá de Blas Arredondo, que fue un buen lanzador de los Naranjeros y yo, allá en Empalme, también colaboré en las ligas infantes con el profesor Rafael Maytorena, en la actualidad sigo jugando con el equipo de los locutores en la liga municipal de bola lenta.

 

LA FAMILLIA. 

 

A los 17 años cumplidos entró a trabajar a la compañía minera de Cananea “a lo más duro” a la Fundición, a mover barras de cobre de 70 u 80 kilos para su embarque “eran días de chamba muy dura y un amigo mío a los 15 días que entramos me dijo vámonos mejor a Mexicali, pero no me fui, y trabajé 37 años nada más, me jubile en 1980” continua platicando Rafael.

 

Casado a los 21 años con Concepción Ruiz “La Concha” dice “Yito” tuvimos 8 hijos, 6 hombres y 2 mujeres.. Vivos todos, 22 nietos y 2 bisnietos, todavía chambeo, ahí en la escuela dirigiendo el tráfico en el colegio Bicultural de Cananea.

 

Don Rafael dice “yo estoy muy feliz con mi vida, con lo que Dios me ha dado, muy orgulloso de mis hijos, ahora me gusta más ver el béisbol en el estadio, porque me acuerdo de mi tiempo pasado, amalaya esos campos con zacate, antes jugábamos en las piedras cuando yo admiraba en lo amateur como jugador a “El Chato” Figueroa, y en lo profesional a Humberto “Zacatillo”. Guerrero que jugó en la Arizona - México y el equipo que siempre me ha gustado los Dodger´s de Los Ángeles desde que estaba Fernando Valenzuela.

 

Don Rafael aun es jugador activo y trabaja a sus 84 años, es un ejemplo de vida, un personaje de nuestro mineral el “Yito”.     

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