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Escrito por: Martha Chávez

Cananea, Sonora, a 19 de febrero de 2025.- Ramiro Ochoa Palomino dejó huella en Cananea, tanto en su vida laboral como en su amor por el deporte. Nacido el 16 de diciembre de 1918, fue parte de una de las familias fundadoras del siglo XX en la ciudad. Desde joven, enfrentó la vida con esfuerzo realizando múltiples trabajos y formando parte de la primera generación de estudiantes de la secundaria de Cananea en 1935. A diferencia de sus hermanos no siguió los oficios familiares, sino que encontró su camino en la histórica mina de la Colorado, donde se desempeñó en diversas áreas hasta alcanzar el puesto de rayador en la oficina de tiempo.

La mina de la Colorado fue su segundo hogar durante más de cuatro décadas. En su labor, participó en la entrega y recepción de cartones de tiempo, cálculo de pagos y supervisión de los registros de los trabajadores. Era un hombre comprometido con su labor, conocía a la mayoría de los mineros y siempre se aseguraba de que todo estuviera en orden. Con el cierre de los trabajos subterráneos en 1963 fue trasladado a la concentradora, donde continuó desempeñando diversas funciones hasta su retiro.

Además de su vida laboral, Ramiro fue un apasionado seguidor del béisbol y el básquetbol. Como fiel aficionado de los Yankees de Nueva York y de los Mineros de Cananea participó activamente en la organización de los juegos de la Liga Arizona-México, colaborando con la directiva en la supervisión de accesos al estadio. Su dedicación y amor por el deporte al igual que su entrega en el trabajo, lo convirtieron en un personaje cariñoso para la comunidad de Cananea.