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Escrito por: Martha Chávez

Cananea, Sonora, a 29 de enero de 2025.- La sirena de la mina se convirtió en un símbolo que marcó la rutina diaria, familiar y de negocios en Cananea. Este icónico pitazo no solo anunciaba los cambios de turno en la mina, sino que también evocaba momentos especiales en la vida de sus habitantes, generando una profunda nostalgia entre quienes lo vivieron.

Luz Marina Morales Bustamante, recuerda cómo la sirena señalaba horarios clave: “Pitaban las horas de entrada, salida y el tiempo para tomar el lonche. El abrazo de Año Nuevo lo compartíamos al sonar el pitazo de las 12”, comentó.

Por su parte, Juan Antonio Aros Gallegos, enfatizó su importancia en situaciones de emergencia: “Cuando ocurría un incendio, dependía de los pitidos; según su frecuencia, sabíamos si el peligro estaba cerca o a distancia”, explicó.

Aunque ese sonido pertenece al pasado, su recuerdo perdura en la memoria colectiva de esta ciudad minera, de aquellos quienes lo asociaron con el trabajo, el esfuerzo y la comunidad. Estas anécdotas reflejan la estrecha conexión entre la actividad minera y la vida cotidiana de Cananea, un vínculo que continúa siendo parte esencial de la identidad cultural.