El aniversario de Johann Strauss hijo (1825-1899), también conocido como Johann Strauss II o el Rey del Vals, es una de las conmemoraciones musicales más importantes del año por comenzar. Tan es así que no sólo en Austria, sino en otros confines del orbe, se ha denominado a éste el Año Strauss, por lo que se han preparado iniciativas para festejarlo.

Con el lema “Rey del Vals, Reina de la Música” –en referencia al sobrenombre con el que el autor era ya célebre en vida y a Viena como capital mundial de la música–, los festejos comenzarán el primer día de 2025 con el tradicional Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena.

En la mundialmente conocida sala Dorada de la Musikverein, el italiano Riccardo Muti será el encargado de dirigir por séptima ocasión esta esperada cita musical anual, que se transmitirá a más de 90 países y se estima será seguida por unos 50 millones de televidentes. El programa incluye repertorio de la familia Strauss (ocho piezas del homenajeado) y sus contemporáneos, con el especial atractivo de incluir por vez primera una obra de una compositora: Ferdinandus-Walzer, escrita cuando tenía 12 años por Constanze Geiger, amiga de Strauss II, en 1848.

La primera estrella pop

Nacido el 25 de octubre de 1825 en Viena, este creador marcó como nadie el panorama musical de su época. Sus obras más famosas, como El Danubio azul y El murciélago, no sólo revolucionaron la tradición musical austriaca, sino que le dieron fama mundial. La primera, uno de sus valses, es el himno oficioso de la capital de Austria, y la segunda, la opereta más famosa en el panorama internacional.

Es considerado “la primera estrella pop de la historia”, destaca la ciudad de Viena en su página oficial de Internet: “Fue popular en su época como ningún otro. Tenía carisma, talento, facilidad para los negocios y éxito internacional, con giras por países tan lejanos como Estados Unidos, además de una enorme base de fans. Su influencia fue inmensa y marcó la cultura del espectáculo de su época. Strauss era una figura de culto, no muy distinta de las estrellas del pop de los tiempos recientes, como Elvis, Michael Jackson, Madonna o Taylor Swift”.

Aquella urbe europea se volcará en las celebraciones de este bicentenario con un extenso programa dedicado a la vida y obra del compositor, que incluirá tanto obras tradicionales de su autoría como proyectos innovadores, desde realidad aumentada hasta estrenos mundiales, así como un amplio programa de exposiciones, según la citada fuente.

Música de concierto, teatro e inmersión

La organización involucra a las grandes instituciones musicales de esa capital, como el Musikverein, el Wiener Konzderthaus, el Musik Theater an der Wirn, la Volksoper y la Ópera Nacional. Participarán las principales orquestas de la ciudad, así como artistas de todos los géneros. Cada semana habrá nuevos estrenos, desde música de concierto, teatro e interpretación hasta arte digital y de inmersión.

La exposición oficial en memoria del Rey del Vals lleva por título Celebrando a Johann Strauss. Fue inaugurada el pasado 4 de abril y se mantendrá hasta el 23 de junio en el Museo del Teatro de Viena. En ella, según esa institución, se arroja luz sobre el agotador estilo de vida que llevó el compositor, su relación con sus padres y hermanos, la llamada empresa, así como con sus tres esposas y sus amantes, en Rusia.

Se exhiben por primera vez objetos del legado literario del compositor, incluso la partitura original de la opereta El murciélago, junto con objetos originales relacionados con las representaciones de sus obras. De esa manera, según el recinto, se logra una combinación fascinante de la obra musical del artista y su traducción escénica.

“Johann Strauss fue una superestrella de su tiempo. Fue el impulsor de la transformación de la música de baile en música de concierto seria. Atrajo a su público a una adoración entusiasta como director y violinista principal. Sus extensas giras lo llevaron de Europa a Rusia y a Estados Unidos. También fue un hombre de negocios y un talento organizativo que supo involucrar a sus hermanos Josef y Eduard en el negocio familiar, mientras sus esposas se ocupaban de los nombramientos y las finanzas en segundo plano. Contrató a artistas como la cantante y primera directora del Theater an der Wien, Marie Geistinger, así como a la estrella de teatro Alexander Girardi, quien garantizó el éxito de sus operetas”, agrega el museo.