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Internacional

Escrito por: Tomado de Internet

El debate entre Kamala Harris y Donald Trump corre en riesgo de cancelarse si no llegan a un acuerdo sobre el tema de los micrófonos que utilizarán

El equipo de Kamala Harris continúa sin aprobar su participación en el debate presidencial frente a Donald Trump, pues se excusa en que el punto donde se establece que los micrófonos de los candidatos deberán abiertos en durante toda la transmisión no es respaldado por el republicano, algo complejo de entender si se toma en cuenta que previamente se habría comprometido a aceptar todas las reglas.

Desde el martes, ABC les envío sus reglas para el debate a demócratas y republicanos, donde claramente se menciona el punto relacionado al audio en el estudio.

“Los micrófonos de los candidatos estarán activos sólo para el candidato a quien le toque hablar, y silenciados cuando el tiempo sea de otro candidato”, señala parte del texto donde se apega a los lineamientos establecidos en el primer debate cuando Joe Biden pidió eso.

No obstante, ahora el personal de Kamala Harris asegura querer lo contrario o por lo menos así lo definió Brian Fallon, asesor principal de su campaña, en un mensaje publicado en la plataforma X, anteriormente conocida como Twitter.

“Nuestros últimos conocimientos son que, aunque Trump dijo el lunes que no tendría ningún problema con un micrófono sin silenciar, sus asesores no confían en él para que discuta en vivo con la vicepresidenta Harris y están pidiendo a ABC que ignore los comentarios de Trump y mantenga los micrófonos silenciados o, de lo contrario, se retirarán del debate por tercera vez.

Se nos ha pedido que accedamos a los deseos de los asesores de Trump en este punto con el fin de preservar el debate. Consideramos que la postura del equipo de Trump es débil y seguimos en conversaciones con ABC sobre las reglas finales.

Creemos que ambos candidatos han expresado un claro deseo de tener micrófonos abiertos.

No está claro por qué el personal de Trump está desautorizando a su director, quien debería ser capaz de tomar sus propias decisiones“, indica el texto donde claramente se responsabiliza al equipo del expresidente de pretender echar abajo el debate.